sábado, 15 de enero de 2011

Por un riachuelo-Apus anaranjados

La tierra anaranjada de las montañas quemaba las pieles

entregadas al camino.

La tarde silenciosa y

Susurros de fondo coloreaban el paisaje.

Se encontraban Rocío y Juan charlando

con los pies sumergidos en el Agua.

Sus traseros reposaban en rocas

A unos metros, recién llegados Jerome y yo tocábamos tímidamente

La tierra mojada justo a la altura de la Garganta del Diablo.

Ya no sabíamos si era esa arcilla perfecta la que nos mecía y acariciaba

Una y otra vez y se amoldaba a nuestros cuerpos secos, o si en realidad era solo

A mi a la que le Inspiraba y aterraba escucharlo decir, sentir, trasmitir tan a corazón abierto.

A ese ser de mundo totalmente ajeno al mío, con el que ensayé mi francés olvidado y al que

por azar vestía anaranjadamente no como el sol sino como la ultima pieza hallada del valle Calchaquí.

Todo por Amaicha del Valle

Se me ha quedado, se me han quedado marcado los pasos

De la chacarera endiablada que danzamos en la fiesta de

Los Gauchos de Amaicha del Valle.

Se me ha quedado en los brazos alzados,

en los dedos, en la cintura

y en el recuerdo De la antropóloga misteriosa

que lo bailo con un gaucho borracho

el cual me cedió para que yo aprendiera esa danza inclinada.

Se me ha quedado, se me han quedado espinas en los pies arqueados,

En el maltrato injusto de la Doma de Caballos, en las risas jolgoricas,

Se me han grabado los pasos chacareros no aprendidos

pero bien gozados señores!!.

Se me ha quedado en la mirada interna la cascada del Remate,

la llegada de los caminos, las paradas de mano con Ezequiel y Ro,

la cercanía Ancestral de este lugar, Amaicha. Por eso Te comento que ayer

bailando en una fiesta con sebastian me di cuenta que estas en mis adentros.